1. Creo firmemente en la importancia de las Iglesias Locales. Son punto de enfoque en el plan de Dios para la evangelización del mundo. Cuando son debidamente establecidas y equipadas, son instrumentos poderosos en mano de Dios para la destrucción del reino de las tinieblas y el establecimiento del Reino de Luz.
Creo firmemente que es importante respetar la autonomía de cada Iglesia Local o los Ministerios que en ella se ejercen.
2. Creo que, como siervos de Dios, debemos practicar la integridad en todas las áreas de la vida y del ministerio, trayendo honra al nombre y testimonio de Cristo. Debemos cultivar y desarrollar nuestro carácter cristiano de manera continua.
3. Creo que los siervos de Dios deben establecer sus matrimonios y familias como prioridad antes que sus ministerios.
4. Creo que nuestra relación personal con Dios es más importante que asuntos ministeriales, y que el éxito ministerial fluye de una relación íntima con Dios.
5. Creo firmemente que las Iglesias deben estar sustentadas Bajo (Efesios 4:11): Apóstoles, Profetas. Evangelistas, Pastores, y Maestros.
6. Creo en la prioridad de la evangelización; es decir, la importancia de movilizar a las Iglesias para recibir la cosecha de los últimos días.
7. Creo en la importancia de discipular y equipar a todos los creyentes para que sean más efectivos en su vida y ministerio (Efesios 4:12).
8. Creo que la unidad entre ministerios debe tener como base relaciones de calidad que son las coyunturas y ligamentos que unen los miembros del Cuerpo. Procurar relaciones de verdadera amistad, confianza, respeto mutuo, y de pacto (fidelidad y lealtad).
9. Creo que la autoridad, en todos los niveles, debe ser ejercida con amor, y para edificación y no para destrucción (2 Cor. 10:8 ; 13:10).
10. Creo que todo ministerio, además de proporcionar una visión común más amplia, debe ayudar a las iglesias locales a definir y cumplir la visión de su esfera local particular.
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